El Melomano Escritor no es solo un blog que se dedique a noticias, comentarios, criticas sobre los rubros que nos agradan, sino también para difundir cuentos, novelas de nuestro propio dedo y teclado. Por ende, retomamos los cuentos a hace años escribíamos solo para personas exigentes como tu. Eso si, no vale copiarlos como si fuera tuyo, no seas copion ni plagiador como otros, ¿capicci?
En la casa apenas fluía la luz: débiles rayos solares se proyectaban haciendo mas sombra que iluminación. Habría que tener un buen tacto para caminar en los largos pasillos de aquella casa que evidentemente no era chica sino grande. Su estructura se arrimaba mas al concepto de mansion de la epoca republicana.
El predio andaba deshabitado desde hace bastante tiempo. Solo esperaba que algún heredero lo venda a cualquier empresa y esta lo tumbe y levante un edificio que burle las zonificaciones distritales. Mientras tanto, su existencia pauperrima iba acompañada del abandono.
Solo el tiempo hacia estragos en su fachada, sin embargo le daba una belleza medio surrealista. Claro, un arquitecto se enamoraría al toque de su forma armoniosa pero vetusta.
En su interior nadie vivía, quizá alguna rata o insecto. El polvo reinaba en cada rincón menos pensado. El suelo era de madera de modo que si alguien caminaba hacia un mediano chillido.
Nunca se había oido chillidos, desde que la casona fue dejada al inexorable tiempo. Hasta que...
Truuck, truuck, truuck. Los pasos eran agonizantes que poco se iban vigorizando. Se notaba un reconocimiento del terreno pero con inseguridad.
La planta límpida del piel pronto quedo hecha la máxima expresión impregnada de polvo. A pesar de la escasa luz reinante, podía ver.
Sus ojos empezaban a reconocer en donde estaba.
Poco a poco se recupero y sus pasos se volvieron gráciles con donaire. Era imposible escapar a su gusto que adquirió en su niñez.
En un momento una pizca de luz logro quitar el velo sombrío que la cubría. Era una chica cuya edad oscilaba entre 19 y 21 años con pelo lacio amarrado en un cola, tenia un ligero tutu propio de las bailarinas de ballet de color blanco que hacia contrastar mas en su piel pálida marmoleada.
La belleza de su silueta tendía a ser reverenciada como perfecta pues el tutu colaboraba en dejar ver zonas talladas de hermosura como sus piernas, vientre, cuello, pecho, espalda.
Sin embargo, ella no era consciente de ello sino de porque estaba ahí. ¿Que hacia en aquella espaciosa sala medio desolada de enseres? No lo entendía.
Su curiosidad le motivo recorrer mas espacios de la casona, subió al segundo piso y luego al ático Allí descubrió un baúl antiguo que pudo abrir sin dificultad. En su interior no había nada. Se incorporo y dio con un espejo que aun conservaba su capacidad de reflejo. Se vio y quedo estupefacta al verse como una ninfa del mundo de las ballerinas. Las preguntas tomaron su mente por asalto y no la liberarían hasta saber que hacia ahí, que le había pasado.
Mientras salia del ático, por involuntarias maniobras que realizan nuestras manos, palpo un solo instante la piel de su mano. Estaba gélida, pero ignoraba las ganas de abrigarse. Descarto velozmente la explicación de su temperatura. "¿Que hago aquí?", se pregunto.
Quieres saber las respuestas de sus interrogantes. Entonces no dejes de perderte la segunda parte. Bye.
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