miércoles, 31 de diciembre de 2014

Una gestion que se larga sin pena ni gloria

Susana Villaran desde un balcón del hotel Bolivar ante las personas que votaron por ella el 3 de octubre de 2010. La alegría no duraría mucho porque en 2013 se le vino el proceso de la revocatoria

Muchos esperaban su definitivo adiós. Razones tienen de sobra porque más del 75 % de los limeños -según los últimos sondeos- la desaprueban sin ninguna contemplación. De esta manera, Susana Villaran deja la alcaldía tras cuatro años en que no se erigieron obras de importancia, cundió la improvisación y practicamente se gasto el dinero en fútiles consultorías. Como somos aguafiestas, sorry Susana, te presentamos nuestro recuento de tu ineficiente trabajo como alcaldesa. 


Hay procesos de la intrincada personalidad humana que la ciencia aun no puede explicar. Sobre todo cuando es objeto de estudio el electorado peruano. Por algún motivo eligen a personas que no cuentan con los pergaminos de experiencia y solvencia moral necesarios. Tal vez porque carecemos de una clase dirigente sin aspiraciones y de lideres comprometidos con el país y en su reemplazo hay aventureros que solamente codician el poder para enriquecerse. O quizás sea la escasez de opciones lo que obliga a muchos -porque el voto es obligatorio so pena de multa- a elegir el menos peor. Verbigracia, tenemos el caso Susana Villaran.

Esta señora gano de casualidad. Por circunstancias del azar. Como un juego de probabilidades, dirían los científicos. No obstante, resulto ser una outsider -tal como lo fue Ollanta Humala- que muchos esperaban porque estaban hartos de los vicios de la partidocracia tradicional. La eterna perdedora e ingenua Lulu tenia mejor plan de gobierno, hay que admitirlo. Incluso planeaba construir el metro subterráneo de la Javicho. Al contrario, ella no tenia nada planeado, solo pensaba alcanzar réditos políticos ¿para el Congreso o la presidencia? Cuando llego a la alcaldía gracias a la ayuda del mercenario de Jaime Bayly, pudo sentarse en el sillón municipal. 

Era algo trascendental: el segundo alcalde de izquierda en llegar al cargo después de 23 años -el primero fue Alfonso Barrantes-. Aunque los limeños le dieron un periodo de prueba -una luna de miel- rápidamente se agrio volviéndose de hiel porque no se vieron resultados inmediatos. Se inicia la perdida de comunicación que debía ser constante con la ciudadanía. En consecuencia, esto fue menguando la popularidad de Villaran aunado a las denuncias sobre las obras abandonadas, comercio informal in crescendo y palmarios casos de grandilocuente ineficiencia. 

Aprovechando la desazón de los ciudadanos, se empezó un proceso de revocatoria en su contra. Por culpa de las torpezas constantes de los revocadores, la tía regia remonto un proceso en que tenia las todas las probabilidades de perder. Asimismo, contribuyo a su victoria pírrica -se quedo sin sus regidores- la volubilidad del electorado limeño que se dejo asustar con frases inocentes como "Lima no puede parar".

Los rostros del NO eran en su mayoría artistas, actores, cantantes y hasta deportistas. ¿Habrá sido un apoyo desinteresado?
Hasta el día de hoy no han confirmado cuanto dinero se gasto exactamente en montar la campaña del NO -contrataron al asesor brasileño Luis Favre, artífice de una efectiva campaña publicitaria-. No obstante, Villaran también fue salvada por los tibiones e imprecisos del PPC comandados por su exoponente Lourdes Flores.

En su discurso final de despedida dio un breve recuento de su paso por la alcaldía. Y dijo: "No pienso participar ahora sí en ninguna elección más". Esto se podría interpretar entre lineas que pensaría tentar una postulación al Congreso en 2016. Como la sangre oligarca lo lleva en sus venas, su petulancia le impide reconocer los múltiples errores garrafales que cometió su gestión. Atino a decir que estuvo con un equipo plural, y cuyos miembros -para demostrar que si poseen algún valor intelectual- están siendo buscados por empresas publicas y privadas. Resalto que son rostros jóvenes. Dio entender que nadie entro para robar ni un centavo.

Sin embargo, señora Villaran de la Puente, los hechos nos cuentan otra versión mas cruda del personal que laboro a su lado. Ahí están los casos de las circulinas ocultadas por su gerente de seguridad, corrupción en la Caja Metropolitana y en el GMM de Santa Anita que involucra a su hermano, el caso de nepotismo de su gerente municipal y la remuneración subrepticia a los artistas del NO, entre otros. Deja al próximo alcalde obras inconclusas (como el puente Universitaria, el túnel Santa Rosa, la Costa Verde, etc) déficit presupuestario, bombas de tiempo que pueden estallar en cualquier momento y una inflada planilla de trabajadores. Al ultima hora se pone a inaugurar obras a medio realizar copiando el ejemplo de Alan Garcia al finalizar su segundo gobierno. Volverse a poner las vestiduras de la moralidad, adoptar una postura infalible y lucirse con un aura de santidad ante a los medios es un signo grosero de hipócrita sideral. 

Debemos recordar que esta gestión creo su propia impronta: ineptitud a niveles estratosfericos. Es decir, no se rodeo de técnicos calificados, sino de incapaces como ella misma. Burócratas que vieron la gestión municipal como un juego de bolitas. En realidad era un juego para un equipo de ajedrecistas experimentados y no para novatos que desconocen que significa gobernar Lima pues es una ciudad bastante compleja inmersa en una telaraña de problemas.

Solamente hay dos cosas rescatables de su gestión -tampoco somos mezquinos-: la reforma del transporte y la inversión en cultura. Ambos deberían ser continuados y mejorados por la administración entrante.

Finalmente, los principales culpables que motivaron la llegada del Mudo Castañeda y su patota fue Villaran y su pandilla. Enarbolar la bandera de la honestidad, como si fuera de su propiedad, fue proporcional a su actitud hipócrita. Además, ir por un segundo periodo cuando lo descarto, significo incumplir su palabra de honesta. No somos nadie para juzgar -para eso la historia- pero es uno de los alcaldes que estarán en los anales de peores burgomaestres que ha regido Lima.


Así se perdieron cuatro años y son tan imbéciles que no aprovecharon la oportunidad dorada para demostrar que la izquierda si la sabe hacer -en teoría-. Todo lo contrario; han revelado que solo les gusta el color del dinero, acomodarse políticamente como veletas y hasta aliarse con un borrachín y acusado de lavar de activos como el ordinario de Choledo. Su impronta es la doble moral, si los apristas son de doble escopeta; estos se alzan como preceptores infalibles de la moral. Adiós sarta de ineptos, la cárcel debe ser su próximo destino si es que existieran instituciones solidas e independientes con resistencia a la corrupción. 

Queremos decir gracias a las personas que nos visitan y se dan unos minutos para leernos. Este es el ultimo posteo del año. Si bien no es costumbre nuestra decirlo, tengan un buen año 2015. Bye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

si quieres comentar algo sobre estos temas ,hazlo sin pensarlo¡¡¡